terça-feira, 17 de dezembro de 2013

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Bailarina brasileña Vanussa Ribeiro do Espiritu Santo, la responsabiliza por su mala fortuna en nuestro país, por dejarla como la mona en todas partes "Lola me ha hecho la vida imposible" 
La "Perla Negra" no ha tenido fortuna en el mundillo artístico criollo. Bailó esporádicamente en "Buenos Días a Todos", "Mekano" y el programa de Julio Videla, pero debió seguir pelando el ajo. El colmo de su mala pata fue caer presa la semana pasada en un operativo anti-drogas, del cual salió libre de polvo y paja.

Manuel Vega 

Vanussa sólo espera una buena oportunidad laboral para estar junto a sus hijos Joao Filipe (10) y Lorena (8), por quienes ha hecho de todo, "menos robar o venderme". (Foto: Hernán Cortés)
(Foto: Copesa)
"Si fuera prostituta o narcotraficante no estaría pasándolo tan mal ni bailando de sol a sombra en cuanto evento logra contratar mi productor (Jorge Rojas). Me sobraría el dinero y ya podría haberme reunido con mis hijos, Joao Filipe (10) y Lorena (8), que me esperan en Brasil". Así de sincera y dolida abandonó el Centro de Orientación Femenina (COF) Vanussa Ribeiro Do Espiritu Santo (29), la "Perla Negra".
La bailarina permaneció dos días detenida por haberse cruzado casualmente en el camino del OS-7 de Carabineros, que la tarde del viernes allanó un departamento ubicado en la esquina de Lira y Curicó, en el centro de la capital. En la diligencia fueron detenidas tres personas, la negrita incluida, y decomisados 700 gramos de macoña de primera calidad, para quedar pegado al techo.
Apenas declaró ante el tribunal, la morena obtuvo su libertad incondicional por falta de méritos. Pero la dura experiencia dejó secuelas.

Heridas sin cicatrizar

Viejas heridas sin cicatrizar comenzaron a sangrar y las mariposas del desasosiego revolotearon en el estómago de la Perla. Luego vino la ira, la pica o la bronca, porque el incidente fue la gota que rebasó el vaso de la mala fortuna. Buscando consuelo y reivindicación, Vanussa -estrella del musical "La bella, la bestia y el niño", del Che Copete- tomó la mejor de sus decisiones. Reclinó su cabecita sobre el pecho fraterno de La Cuarta y dejó salir toda la mala onda que le ha envenenado el alma desde que llegó a Chile, hace tres años.
Aquí no le ha ido muy bien y su paso esporádico por grupos como "Bora Bahía", en Buenos Días a Todos de TVN; "Sangre Latina", con Julito Videla en Canal 13, donde sobrevivió sacándole el jugo a la lambada, y en "Mekano", hablan de empleos efímeros y una carrera artística mantenida a costa de prenderle muchas velas a San Judas Tadeo. O siguiendo la regla yoruba de lanzar muchas ofrendas florales al mar cada 31 de enero en honor a Yemayá, la madre de los Orishas (los santos del candoblé brasileño).

Recuerdos de Porto Seguro

Vanussa tiene un pellejo digno de una diosa. Caderas de azúcar, cachaza y limón; cintura de caña flexible y un trasero hecho a mano.
-¿Qué ha fallado?.


- La Lola Melnyck me ha hecho mucho daño sin merecérmelo, porque en esta historia yo soy la santa y ella es la turbia- dice Vanussa, aliviada por la confesión.
"Desde que me descubrió trabajando en Chile, comenzó a indisponerme con la gente de la televisión, acusándome de turbia y conflictiva, lo que me provocó mucho daño en lo personal y laboral. Su actitud me extraña porque Lola nunca fue mi amiga. Ni siquiera tuvimos una relación directa. Jamás trabajamos juntas, pero me ha hecho la vida imposible", asegura la bahiana .
"La conocí por casualidad en el balneario de Porto Seguro. Yo había llegado hasta allí contratada por la empresa Porto Night, una productora de eventos. Entreteníamos a los turistas durante el día, organizándoles juegos de diversión a los adultos en el salón y en la playa para los niños, además de aeróbica para los jóvenes y gimnasia especial para los viejitos. En la noche rematábamos la jornada con un show o un carnaval. Olga, o Lola, llegó como una turista más. Estuvo sólo tres semanas, pero al poco tiempo todo el mundo hablaba de ella. Y no hablaban bien. Le gustaban los nativos, decían, los negritos y los blanquitos. Después se fue y no la vi nunca más", explica la Perla.
Vanussa Ribeiro do Espíritu Santo jura por Changó, el dios de la verdad y la justicia, que nunca conversó más de 5 minutos con la Melnyck.
Dijo a La Cuarta que sólo se enteró por boca de sus compañeros de trabajo y de algunos de los beneficiados del pueblo de las hazañas de la hija de la República de Ucrania, un estado ex miembro de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS, para los amigos).
Por eso la Perla cree que cuando Olga la vio en Chile y la reconoció como la negra de Porto Seguro, se le heló la sangre en las venas. Tal vez creyó -según la promotora del turismo costero brasileño- que iba a aprovechar su presencia en Santiago para reescribir el Diario de una Princesa Rusa, con las nuevas aventuras de la zarina buena para el cacheteo, y se puso el parche antes de la herida.
"Por eso comenzó a desprestigiar a la negra. Sí, a la negra. Porque la Lola también es una rucia racista", dice Vanussa.

"Que no nos comparen"

"Yo no era un peligro ni una competencia para ella. Y hago la diferencia, porque si yo fuera p... estaría en competencia con la Lola, pero no lo soy, así que he pasado tres años luchando, sacándome la mugre y no dándole la pasada a nadie". Recuerda que cuando en Chile se armó la polémica por el "pasado oscuro" de la ucraniana, muchos periodistas la llamaron, pero ella no dijo ni pío, aunque se las tiene todas contadas.
Por lo anteriormente expuesto, la morena, en pleno uso de sus facultares y sintiéndose libre de polvo, paja y toda sospecha por infracción a la Ley 19.377, que sanciona el tráfico ilícito de drogas, aprovechó de mandarle un recado a la prensa:
"Por favor no me comparen más con la Lola, porque yo soy una persona honesta y decente, madre de dos hijos que me están esperando en Brasil. Por ellos estoy luchando, sola, desde que Orlando Debia, el empresario de Axé Bahía que me trajo a Chile, me dejó botada. Después fui a parar con Carlos Ortega, el antiguo mánager de la Licenciada Tetarelli, que también se aprovechó de mí haciéndome trabajar hasta Donde La Cuca", se queja la cabra, a quien las cosas no se le han dado a pesar del ñeque que le ha puesto en cada meneo artístico.

Sostén del hogar

A pesar de todas las pellejerías que ha pasado, Vanussa dice sentirse "espiritualmente joven". "Tengo mucha energía, tengo mucha alegría, a pesar de que mi vida ha sido triste", cuenta la bailarina.
Vanussa nació en el pueblo de Itabuna, estado de Bahía, y para mala suerte suya -contra el destino nadie la talla- en una favela donde una madre analfabeta parió seis hijos con la ayuda de un padre itinerante.
"Fui el hombre de la casa. Trabajé desde chica. Lavé autos en la calle, planché para la gente y cociné para todos. Lo único que no hice fue robar o venderme. Cuando observé que mi cuerpo se modelaba naturalmente e iba para garota bonita, me puse a trabajar duro en educación física, artes marciales y especialmente la capoeira", relata.
"En medio de todo esto me casé. Mala suerte. La cosa no funcionó y yo me quedé con los niños. Para mí ellos son mi mundo. Les trato de dar todo lo que no tuve, desde un yogurt hasta una muñeca. Mi compromiso con ellos es traerlos a Chile y armar aquí una familia", jura la bailarina que sólo quiere paz.

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